Una mirada a África como tablero de la geopolítica internacional

domingo, 30 de octubre de 2011

OPORTUNISMO POLÍTICO Y DERECHOS HUMANOS EN EL SÁHARA

Willy Meyer, eurodiputado de Izquierda Unida, ha llegado a las islas Canarias con el propósito de viajar hacia El Aaiún, la capital del Sáhara. El objetivo de este viaje, asegura un comunicado de Izquierda Unida, es "verificar" durante varios días la situación de los derechos humanos de los miles de saharauis que viven en la ciudad y en otras partes de los Territorios No Autónomos". Sin embargo, está claro que la situación de los derechos humanos en el Sáhara, no necesita ninguna verificación.

La muerte por apaleamiento de Maichan Mohamed Lamin Lehbib no ha hecho más que confirmar los informes de las asociaciones de Derechos Humanos saharauis, españolas e internacionales sobre el régimen de terror impuesto a la población saharaui en los territorios ocupados ilegalmente por Marruecos. De hecho, antes de salir hacia El Aaiún, el eurodiputado se ha manifestado a favor de que la Unión Europea tenga "un papel protagonista y exigente" en el Sáhara, tal como establece el derecho internacional, aludiendo precisamente a la deplorable salud de las libertades y los derechos humanos en el Sáhara invadido.

También ha dicho Meyer que la UE y España tienen una responsabilidad ineludible que no se está ejerciendo" abandonando a sí a su suerte al pueblo saharaui. Bonitas palabras y muy oportunas en tiempos de campaña electoral, especialmente tras el deplorable episodio en el mítin electoral del PSOE en Tenerife, donde los militantes del partido que pretendían recordar a sus compañeros que unos auténticos socialistas no pueden ser cómplices con su silencio de torturas, violaciones, desapariciones y asesinatos y menos en el vecino Sáhara, fueron expulsados con maneras y formas muy poco acordes con la dialéctica del diálogo y el debate.

Por todo ello, los simpatizantes prosaharauis del PSOE que estén pensando en darle su voto a Izquierda Unida, para premiar el gesto de Willy Meyer y castigar la vergonzosa amistad del PSOE con el majzén marroquí, deberían antes preguntar a Izquierda Unida por qué, si tanto interés tiene este partido en que España ejerza sus responsabilidades (con lo que efectivamente podría lograrse cambiar en la UE el rumbo promarroquí marcado por Francia), no ha contestado hasta ahora a la Asociación Pro Derechos Humanos de España (APDHE) y su campaña en contra de los acuerdos de Madrid.

Lo mismo (se justificarán los simpatizantes de IU) han hecho el PSOE y el PP, a los que la organización ha mandado sendas misivas para que se tomase acción en el Parlamento contra la coartada con la que el Gobierno sigue engañando a la opinión pública española haciéndole creer que España ya no tiene responsabilidades en el Sáhara y puede ser "neutral" sin violar el derecho internacional. Pero ya se sabe que estos dos partidos siguen diciendo que España nada tiene que ver con el Sáhara desde que se firmaron los acuerdos de Madrid del 14 de noviembre de 1975 y hacen lo posible por negar que haya que ejercer ninguna responsabilidad...

Por cierto, la APDHE acaba de enviar una carta a la ministra Trinidad Jiménez recordándole que su Gobierno todavía no ha contestado a la petición que se le hizo el 14 de abril de 2011 para que se pronuncie sobre estos acuerdos de Madrid, recordándole por qué son ilegales y violan tanto el derecho interno español como el internacional.

PD. Aquí tenéis el texto de la misiva de la APDH (pinchar aquí) a Trinidad Jiménez. Aquí tenéis el enlace de la campaña contra los acuerdos de Madrid para quien quiera unirse con su firma (pinchar aquí).


viernes, 28 de octubre de 2011

HIPÓTESIS EN TORNO A UNA "TRAICIÓN" EN EL SECUESTRO DE TRES COOPERANTES EN ARGELIA


Los saharauis que no son promarroquíes creen que Mahayub Salek, que estos días se ha presentado como el “portavoz” y “líder” del Jat Chahid (un supuesto movimiento de oposición al Frente Polisario) al informar sobre el secuestro de tres cooperantes en los campamentos saharauis de Tinduf (ver comentarios anteriores), no actúa, ni habla sin el debido permiso de los servicios de inteligencia marroquí. Lo ven así incluso los antiguos compañeros de oposición del auténtico Jat Chahid, el movimiento que nació en julio de 2004 para hacer un llamamiento a favor de una reforma del Polisario a cuyos dirigentes acusan de haberse convertido en cómplices de la no acción de la ONU frente a la ocupación marroquí gracias a la anestesia de las ayudas humanitarias, sus propensión a la corrupción y las ventajas de un régimen de partido único.


La vinculación de Mahayub Salek a los servicios marroquíes fue el motivo que sus compañeros del Jat Chahid (donde no había al mando un líder sino una coordinadora) le expulsasen en noviembre 2006 alegando que, una cosa es pedir la reforma del Polisario, y otra bien distinta, es la de pasarse a las filas del anexionismo, que justo estaba en las antípodas del objetivo de su movimiento. (El caso es tan notorio, que hasta la wikipedia se hizo eco de ello).


Pese a ello Salek siguió con “su” facción y hasta creó su propia web de Jat Chahid. Sus antiguos compañeros se encontraron así aplastados en un emparedado nefasto: por un lado el Polisario acusándoles de hacer el juego a los tentáculos del majzén (lo que siempre dicen para frenar cualquier iniciativa opositora), y, por la otra, la de verse suplantados por una criatura política que usaba sus propias siglas para fines que no eran los suyos. Acusaron a Salek de piratería política e intentaron luchar contra la confusion creada por dos webs con las mismas siglas. Pero, al final, por el bien de la causa “principal” (la de la autodeterminación del pueblo saharaui), cerraron su propia web para que quedase claro que la que quedaba en el aire, estaba teledirigida desde Rabat.


Desde entonces, en los campamentos del Polisario la gran mayoría de saharauis ve a Salek como una correa de transmisión de los servicios marroquíes que no puede permitirse el lujo de hablar sin la luz verde de sus jefes en Rabat, financiadores de su web y del “robo” del Jat Chahid. Por eso, su protagonismo en la escena informativa en relación con el secuestro de los tres cooperantes en los campamentos del Polisario ha planteado inevitablemente una cuestión. ¿De dónde sacó Salek tantos datos sobre la supuesta persecución del Polisario a los secuestradores y con tanta rapidez que parecía nos lo estaba contando en directo? ¿Se los proporcionaron a Salek sus supuestos seguidores o él se limitó a repetir las informaciones que le proporcionaban sus “jefes” en los servicios marroquíes?¿Cuál sería el interés de los servicios marroquíes en ello?


El Polisario ha hablado de “traidores”, es decir, de saharauis o residentes en los campamentos sin cuya colaboración los raptores nunca hubiesen logrado un golpe en un entorno que es el equivalente saharaui de La Moncloa española. Se busca no sólo entre posibles simpatizantes de Al Qaeda sino entre obreros de las redes del contrabando maliense que proporcionan alternativas de susbsistencia con las que compensar las consecuencias del recorte de las ayudas internacionales. ¿Apunta ello a un trabajo de “traidores” que actuaron por encargo? Es obvio que los dirigentes del Polisario tienen ahora un gran interés político en demostrar que el asalto no fue obra de Al Qaeda y que el territorio bajo su control está libre del contagio yihadista. Dentro de lo malo, desde su perspectiva, es preferible un “traidor” que haya actuado por encargo de un cliente dispuesto a pagar, a ser posible por servicios secretos marroquíes, que un comando auténtico de Al Qaeda paseándose a sus anchas por su Moncloa. Por eso, algunos, llaman a esta tesis como la “optimista”.


Por el bien de los chicos secuestrados, sin embargo, casi mejor que estén de verdad ya en Mali, y en manos de la auténtica y "profesionalizada" Al Qaeda, más interesada en el cobro de su liberación y en la repercusión mediática de una larga negociación, que no en poder de alguna chapuza advenediza que, de Al Qaeda, tiene lo mismo que Mahayub Salek de “portavoz” de la oposición saharaui afiliada al cambio.


jueves, 27 de octubre de 2011

SECUESTRO EN EL SÁHARA Y VIAJE A MARRUECOS DE TRINIDAD JIMÉNEZ


El secuestro de los dos cooperantes españoles y su colega italiana tuvo lugar en los campamentos del Frente Polisario situados en territorio de Argelia. Sin embargo, ha sido a Marruecos a donde la ministra Trinidad Jiménez ha corrido en visita oficial, poniendo mucho relieve en la importancia de la colaboración marroquí para la liberación de los tres secuestrados. ¿Será que en Marruecos tienen más información sobre los raptores de los tres cooperantes que en Argelia o en los campamentos del Frente Polisario?


Otro dato de lo más sorprendente: le he pedido aclaraciones al representante del Polisario en España Bucharaya Beyun sobre esa supuesta persecución de la que tanto hablaron el lunes y el martes en TVE y asegura que todas esas informaciones se han basado en la versión de la "oposición" del Jat Chahid que ha saltado a la fama con este desgraciado evento. La versión del Polisario se ha limitado a explicar el ataque de los agresores de acuerdo a los principios de "prudencia" que ha exigido la propia Trinidad Jiménez. Nada que ver con ellos el relato de esa supuesta persecución de militares polisarios detrás de los dos todoterreno de los secuestradores a través de territorio mauritano o la intervención de helicópteros argelinos apoyando a los polisarios. En opinión de Bucharaya Beyun, los portavoces del supuesto grupo de oposición se han dedicado a filtrar datos proporcionados por Marruecos para redondear lo que para el Polisario ha sido el principal objetivo del secuestro de los tres cooperantes: "perjudicar al pueblo saharaui". Es decir: favorecer al anexionismo marroquí.


Ella (Trinidad) dijo en Rabat que sigue sin estar segura de que los responsables del secuestro hayan sido yihadistas de Al Aqmi. En el Polisario ayer,ya hablaban de la participación en el secuestro de posibles “traidores”.

lunes, 24 de octubre de 2011

SECUESTRO EN EL SÁHARA. ¿A QUIÉN PERSIGUE EL POLISARIO?


De izquierda a derecha, en una imagen distribuida por las redes solidarias con la causa saharaui: Mahjob Salek (Jafaf), presidente de Jat Chahid, con los miembros de la organización promarroquí Hiwar que cíclicamente organizan en Sevilla actos para promover los "logros realizados por Marruecos en materia de Derechos Humanos en las provincias de Sur" y defender la anexión del Sáhara a Marruecos.



La ministra Trinidad Jiménez ha puesto en duda las informaciones que atribuyen el secuestro de los cooperantes saharauis a una banda de Al Aqmi el Al Qaeda magrebí. Si en el resto de la región todo secuestro de europeo, sea español, italiano o francés se atribuye sin pestañear al bandidaje islamista, ¿qué novedad o variable juega en el caso del secuestro en los campamentos del Frente POLISARIO? Si no ha sido Al Qaeda, ¿quién ha sido? ¿A quién están persiguiendo los militares del Frente Polisario que dicen tener localizados a los secuestradores y secuestrados que ya han cruzado la frontera de Mali?


La respuesta quizás haya que encontrarla en la redacción enrevesada de las noticias relativas al caso dadas por la televisión bajo el control de Zapatero y Trinidad Jiménez, me referiero a TVE, claro. Ahí llevan todo el día refieriéndose al hablar de fuentes saharauis a la “oposición saharaui”.


Al principio parecía ser uno de esos eufemismos con los que el Gobierno de Zapatero y sus afines evitan llamar al Frente POLISARIO como lo que es, es decir, un movimiento de liberación que lucha por el derecho a la autodeterminación reconocido al pueblo saharaui por la ONU y frustrado por la invasión de un estado vecino, Marruecos. Valga el ejemplo de los compañeros que hoy han publicado sobre el tema aludiendo a los polisarios como “independentistas”, es decir, como etarras que quieren la independencia que no tienen por formar parte de un estado.


Pero cuando se va a la web de TVE y se leen los artículos que acompañan los vídeos (por ejemplo, este de aqui) resulta que no, que no es uno de esos giros semánticos con los que ocultar la verdad a la opinión pública española. Cuando dicen “oposición interna” no se refieren a la oposición saharaui contra los invasores marroquíes que están torturando, violando a las mujeres y asesinando a palos a jóvenes saharauis. No, se refieren a un supuesto grupo opositor que le ha salido al Frente POLISARIO y que llaman equívocamente “POLISARIO Jat Chahid”. Vamos, que a lo que nos está preparando Trinidad Jiménez es a la posibilidad de que los secuestradores sean unos discrepantes que lo que quieren es mostrar a la opinión pública española que el POLISARIO no es la única voz del pueblo saharaui, y menos de los campamentos de refugiados en Argelia.


Más vale que el POLISARIO acabe la persecución de los secuestradores y aclare el asunto o lo del cambio de semántica que le ha hecho el lifting a ETA va a ser nada comparado con el traje que le van a hacer el Gobierno de Zapatero al movimiento que la ONU reconoció como el representante del pueblo saharaui.Y no nos olvidemos que, aunque Trinidad le diga a los españoles que España ya no tiene nada que ver con el Sáhara, es una gran mentira, España sigue siendo la potencia administradora y, por lo tanto, la referencia para el resto de la comunidad internacional a la hora de tomarle el pulso al conflicto.


PD. El domingo, en el programa de Óscar Elía Mañú, “Por tierra, mar y aire” dimos un pequeño repaso a la situación en África. Se habló un poco de todo y, cómo no, no faltaron alusiones a Guinea Ecuatorial y la situación en el Sáhara Occidental y a las mentiras del Gobierno de Zapatero para justificar el apoyo descarado a Marruecos en un conflicto en que España debería cumplir el art. 73 de la Carta de Naciones Unidas y defender los intereses del pueblo saharaui (en la segunda parte, especialmente). Aquí os dejo el enlace: http://fonoteca.esradio.fm/2011-10-23/por-tierra-mar-y-aire-africa-35031.html

domingo, 23 de octubre de 2011

SECUESTRO EN EL SÁHARA EN EL CONTEXTO DE LA ERA POSTGADAFI



El mundo celebra el comienzo de la era post Gadafi aunque, como ha dicho Hillary Clinton, su muerte no significa que el problema de Libia esté resuelto. Mientras su autoinmolación ya no deja excusas al Comité de Transición Nacional (CNT) para seguir aplazando lo realmente importante (su capacidad de constituir un Gobierno de todos los libios), el ajedrez geopolítico saheliano también se mueve y aceleradamente al rebufo de este cambio de peones en Libia. El secuestro de tres cooperantes en los campamentos de refugiados del Frente POLISARIO ­-–dos españoles y una italiana­–, es buena prueba de ello.


El secuestro de Ainhoa Fernández de Rincón, Enric Gonyalons y Rosella Urru ocurrió hacia la medianoche y, al hacerse público hoy ha dejado en un segundo plano la resaca informativa de cómo murió Gadafi (que corrió hacia su destino sabiendo lo que le esperaba si no huía a tiempo) o si fue un avión francés o americano el que bombardeó su escondrijo.


La transición entre un escenario y otro no ha dejado tiempo para los análisis sobre por dónde va a seguir el tsunami desencadenado de las primaveras árabes que parecía haberse atascado con la resistencia del líder de la “revolución” libia. Aunque la inestable situación en Siria, Jordania o Yemen, haga suponer que lo lógico es que el incendio prenda ahora con fuerza en estos escenarios ya tocados, está en el aire la posibilidad de que el tsunami, en lugar, de seguir hacia el Mediterráno oriental, se mueva hacia la orilla sur contigua a la Europa occidental.


La propia posición argelina durante y frente al conflicto libio refleja cómo en Argel han mirado la evolución en el patio vecino como un posible y peligroso precedente cuya receta, una vez acabado el caso Gadafi, podría aplicarse también para provocar un cambio de equilibrios en su casa. Lo que le preocupa al Gobierno de Abdelaziz Buteflika no es tanto la “pérdida” de un Gadafi del que nunca pudieron fiarse en Argel y que jugó en contra de Argelia aliándose con el reaccionario régimen de Hassán II de Marruecos (padre del actual Mohamed VI), con tal de imponer su propia jugada por el liderazgo africano.


Los nubarrones vienen en este caso de una mezcla explosiva: el descontento de una población joven abocada al paro (el 28% de los más de 35 millones de argelinos son menores de 15 años), muy vulnerable a cualquier chispazo primaveral, y las ganas que le tiene la casta política francesa a una Argelia con la que no volvieron a llevarse bien desde la brutal guerra que desembocó en la independencia argelina en 1962. Un chispazo que puede ahora prender fácilmente gracias a la gran proliferación de armamento que puede filtrarse en Argelia a través de sus extensas fronteras con Libia.


En este contexto, Argel no ha perdido de vista el cambio de paso con el que Sarkozy pasó de ser un gran amigo y admirador de Gadafi, entregado visitante de sus jaimas, a ser el padrino de la “primavera” libia, jugando descaradamente a favor de la oposición del CNT tanto en el frente de los reconocimientos diplomáticos como en el del suministro de armamentos.



SARKOZY, A LA RECONQUISTA DE LA HEGEMONÍA FRANCESA


Con ello Sarkozy ha remediado la pérdida de posiciones que la hegemonía francesa había sufrido en el Norte de África con su apoyo, hasta el ultimísimo momento, al dictador Ben Alí de Túnez (el que invitaba de vacaciones a los ministros franceses). Además, al lograr justificar una intervención de la OTAN a favor de todo el que se levante en armas invocando la democracia, bastaría ahora con aprovechar cualquier brote de descontento en Argelia para hacer lo mismo a favor de cualquier grupo que le declare la guerra a la gerontocracia del FNL personificada en la figura del enfermo y anciano presidente Buteflika. Es la tentadora jugada que efectivamente podría lograr Francia para intentar un cambio de aires en Argel más sensible a sus intereses, ya sean los económicos o geopolíticos incluyendo en ello la partida por el Sáhara Occidental que París juega a favor de Marruecos.


Resultaba ayer muy interesante comparar los comentarios sobre los efectos magrebíes de la “nueva era” post Gadafi en la prensa argelina y la marroquí.En la argelina, lo que vemos es un continuo insistir en lo nada recomendables que son para la salud del norte de África que intervengan las potencias extranjeras impidiendo que sean los propios pueblos los que resuelvan sus problemas sin tener que agradecerle a nadie su ayuda. Ha sido uno de los lemas argelinos desde el comienzo de la crisis libia junto a los repetidos mentís del ministro de Exteriores argelino Medelci frente a las acusaciones con la que el CNT ha acusado al Gobierno de Buteflika de haber apoyado a Gadafi y haber incumplido con ello la resolución de la ONU que permitió a la OTAN intervenir en el derribo del sátrapa libio.


El saldo de estas incomprensiones entre el Gobierno de Buteflika y el CNT ahora en el poder, resulta negativo para Argel. La enemistad de un nuevo Gobierno que le acusa de haber pasado armas e, incluso mercenarios, en apoyo de Gadafi se suma ahora a la descarada enemistad de Marruecos por el problema del Sáhara que mantiene cerradas desde hace años las fronteras entre los dos vecinos magrebíes.


Marruecos, no ha tardado ni un segundo en aprovechar la situación. Un comentario en Le Matin, el oficialísimo diario de la monarquía alauita, lo reflejaba ayer en un artículo donde auguraba que la caída de Gadafi ayudará a resolver la cuestión del Sáhara Occidental a su favor. Resultaba curioso que en este artículo se pusiese mucho énfasis en el supuesto apoyo dado por Gadafi al POLISARIO, un apoyo que de hecho existió entre los años 1973 y 1974, pero que luego se esfumó a favor de un acercamiento del revolucionario libio al Marruecos alauita.



Nada tiene que ver esta perspectiva que ahora canta y ensalza la “liberación” de Libia con el contenido que este mismo diario dedicó al difundo Gadafi en 2006, con ocasión de una cumbre “africana” en Sirte a la que asistieron muy reconfortados los representante marroquíes que, en cambio, están excluidos de la Unión Africana por el reconocimiento de la organización africana de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) que ellos ocupan ilegalmente. En esta versión del régimen libio de 2006, el oficialista Le Matin ensalzaba la “sabiduría” de Gadafi y su giro a la “realpolitik” prooccidental y en contra de Argelia en el asunto del Sáhara Occidental. Un cambio decía esta correa de transmisión del palacio de Mohamed VI, “fundado en un análisis objetivo del problema del Sáhara, inspirado igualmente por el rechazo de la balcanización y de los micro-estados que son contrarios a la filosofía unitaria de Muammar el Gadafi”.


El secuestro de los cooperantes extranjeros en los campos del POLISARIO en el sur de Argelia, justo en Rabuni, la sede del cuartel general de la cúpula saharaui, le dará ahora a Rabat un nuevo argumento para defender su vieja tesis de que el control de las fronteras que exige la lucha contra el islamismo, requiere una solución del conflicto del Sáhara. La flamante inclusión de Marruecos en el Consejo de Seguridad de la ONU (prueba de que en la ONU todo es posible, incluso cuando se violan sus propias resoluciones), hace pensar que en Rabat cuentan con que esta eventual solución sea a favor de la legalización de lo que empezó en 1975 por una política de hechos consumados con una invasión tan execrable como la que Saddam Hussein de Irak perpetró contra Kuwait.


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