Una mirada a África como tablero de la geopolítica internacional

viernes, 21 de enero de 2011

¿DE QUÉ VAN A HABLAR ZAPATERO Y SARKOZY?

¿De qué van a hablar hoy Zapatero y Sarkozy en su encuentro en París? Decían los informativos que, en cuanto terminase el Consejo de Ministros, Zapatero salía disparado en un avión para Francia para hablar con su colega el hipepresidente Sarkozy de la crisis económica. Pero seguro que, además, algo cae en ese encuentro sobre el tema del Sáhara Occidental. Una vez más, Zapatero y Sarkozy han quedado coincidiendo con el comienzo de una nueva ronda de diálogo entre el Frente POLISARIO y Marruecos en EEUU y, parece ser, Mohamed VI está algo inquieto con la actitud que está tomando la diplomacia americana en el asunto.


Sin duda que el tema económico es el plato fuerte de las conversaciones Zapatero-Sarkozy. Pero seguro que ese “lanzar a comunidad internacional un mensaje tranquilizador” hay que traducirlo no tanto porque Zapatero lleve en su carpeta soluciones e iniciativas geniales para apuntalar el euro, sino más bien, en clave de lograr un capote público de Sarkozy para callar los rumores de que España pueda ser el siguiente roto a la griega de la ya maltrecha solvencia europea.

A Sarkozy también le conviene cerrarle el paso a los malpensados que con sus habladurías contribuyen a disparar el precio de nuestra deuda y estrechar el cerco de los números rojos a nuestras finanzas. Pero es que, además, Zapatero también tiene que contar con su apoyo en relación con ETA, para que tenga cierto aire de credibilidad esa posibilidad de tregua y diálogo que ahora se ha convertido en una de las pocas bazas del Gobierno socialista de dar alguna buena noticia.


Muchos favores son esos, pero Zapatero tiene bazas que ofrecer en contrapartida en un asunto que le interesa mucho a Sarkozy que es el tema del Sáhara Occidental. Más aún en un momento en que al sistema neocolonial de la Françafrique no hacen más que crecerle los enanos: no había todavía logrado zanjar la crisis en Costa de Marfil, que ahora tiene ante sí la incómoda incertidumbre de una Túnez que, sin Ben Alí, quién sabe si seguirá siendo el sumiso y valioso peón que, desde la independencia, este país ha sido para la geopolítica francesa, tanto en el Magreb (alineado con Marruecos en contra de la insumisa Argelia) como en la Liga Árabe, o las votaciones de la ONU.


No incluyo en el pliego de peticiones de Zapatero a Sarko esa ayuda que dicen también va a solicitarle para que el inefable Moratinos se asegure un nuevo buen empleo al frente de la FAO mientras el PSOE pasa a la oposición: la verdad, con los grandes servicios que el ex ministro de Exteriores le ha rendido a Francia con una política descaradamente alineada con su visión del mundo, especialmente en el tema de Palestina y, sobre todo, el del Sáhara Occidental (la Trini tendrá difícil superar su promarroquinismo), lo natural es que la diplomacia francesa maniobrase de motu propio para situar a tan entregado “amigo” en un organismo donde podrá serle de nuevo útil.

sábado, 15 de enero de 2011

CAMBIO DE AIRES EN LA GEOPOLÍTICA AFRICANA



©NASA/Foto de la Tierra llena tomada desde el módulo de mando del Apolo 17

2011 arrancó muy agitado en África. Hay muchas noticias, muchas incógnitas y, sobre todo, asoman nuevas variables que podrían trastocar dinámicas geopolíticas enquistadas desde los tiempos de la guerra fría:


-En TÚNEZ el malestar popular ha acabado con una dictadura que llevaba 23 años asentada y que parecía tan sólida que la señora del huido autócrata Ben Alí lo tenía todo previsto para heredar el mando de su marido, bastante mayor que ella y con serios problemas de salud.

Se trataba de uno de esos ejemplos de despotismo con apariencia muy decente gracias a la connivencia con la que Francia, la ex metrópolis de Túnez, en comandita con Italia, han liderado en la Unión Europea un movimiento de comprensión hacia la violación de los derechos humanos con el pretexto de que, comparado con otros regímenes árabes, el de Ben Alí no era tan malo. Los argumentos en que se apoyaba esta tolerancia (estabilidad, apoyo en la lucha contra el terrorismo y supuesta marcha democratizadora) eran muy parecidos a los que han logrado situar a Marruecos como socio preferente de la Unión Europea, a pesar de la falta de libertades que padecen los marroquíes, y a pesar de las atrocidades que sufren los saharauis desde la invasión de 1975.

Hay quien dice ahora que las filtraciones de Wikileaks haciendo pública la corrupción y modos mafiosos de la dictadura, dieron la puntilla a una situación muy minada por la injusticia y la represión y que la de Túnez podría ser la primera Wiki-revolución. Por eso, a la vez que se sigue con mucha atención el aterrizaje de la revolución tunecina, hay cierta alerta por las posibles repercusiones o efecto contagio en el resto del Magreb, especialmente en Marruecos, donde la monarquía alauita también salió muy mal parada en las wikifiltraciones de la diplomacia americana.


-En NÍGER, un nuevo golpe del Al Qaeda saheliano volvió a dejar por los suelos la estrategia de intervención militar de Sarkozy en esta región para acabar con el fundamentalismo islámico. No hubo forma de rescatar con vida a los dos franceses secuestrados en un restaurante de Niamey, la capital. El trágico suceso ha puesto la política sobre África en primera línea en el encuentro que Sarkozy tuvo con Obama esta semana. De ahí que, además de hablar del G-20 y el G-8 y el cómo recuperar la salud del sistema financiero internacional, el presidente francés destacase en Washington la necesidad de que Francia y EEUU trabajen conjuntamente para erradicar esta lacra. Definitivamente, Sarkozy le ha dado la espalda a esas voces que atribuían el Al Qaeda saheliano a un invento montado en oscuras cloacas argelinas para dar al presidente argelino Abdelaziz Buteflika el pretexto de poder jugar, como está haciendo, el papel de líder regional de la lucha contra el terrorismo.


-En COSTA DE MARFIL, aparentemente, tenemos un escenario de crisis clásica con un presidente, Laurent Gbagbo, que ha perdido las elecciones y se niega a aceptar el triunfo de su rival, Alassane Uattara. El problema es más complejo pero su solución se ha convertido en un precedente clave para otros países africanos, como Nigeria, República Democrática de Congo y Chad, donde este nuevo año deberían celebrarse elecciones. En los países con dictadura como Guinea Ecuatorial y que no tienen consultas a la vista, los grupos opositores aplauden la unanimidad de la comunidad internacional para que Gbagbo acate las reglas del juego democrático. Pero sobre todo, la crisis marfileña se ha convertido en la oportunidad de Sarkozy de demostrarle al presidente de EEUU su valía de principal aliado en el continente (esa que Hillary Clinton destaca en uno de los cables filtrados por Wikileaks) y hasta dónde puede llegar esa cooperación franco-americana que parece haber convertido en un mal recuerdo la pelea sin cuartel entre los presidentes Chirac y Bush.

Obama dijo en Accra en 2009 que las cleptocracias africanas son el cáncer del desarrollo africano y Sarkozy ha prometido un cambio de tercio en la política de Francia en el continente que precisamente ha apoyado estas tiranías para asegurar la permanencia de su grandeur imperial. A ver si cumple y su condena a Gbagbo no se queda en una maniobra, como dice el todavía presidente marfileño, para eliminar a un político con el que no se lleva bien. Por el momento parece que Obama le ha dado un voto de confianza a Sarko y le ha dejado la batuta que le corresponde a Francia como antigua metrópolis colonial, para poner orden en un país que fue el escaparate de la francofonía en en África occidental.


-Pero, sin duda, mucho más importante es la evolución en SUDÁN, con la celebración del referéndum que da opción al sur del país de convertirse en la nación número 54 del continente. La tranquilidad en la que ha discurrido la consulta demuestra que África se ha convertido en un punto prioritario en la agenda internacional de las grandes potencias. Difícilmente se podría haber logrado el silencio de las armas en ese escenario altamente inflamable, sin la cooperación franco-americana en el continente (supuestamente para hacer causa común contra la penetración china); sin las presiones de EEUU, vital apoyo de la causa del referéndum secesionista, para que los sudaneses del sur cediesen dando contrapartidas compensatorias a los derrotados sudaneses del Norte o sin los chinos, los valedores del régimen islamista y genocida de Jartum, apretando las tuercas para que esta vez sus protegidos no se pongan en evidencia saboteando la consulta. Aunque el resultado estaba cantado a favor de la independencia, todavía queda mucho que negociar sobre petróleo, sobre el agua del Nilo que da la vida a los africanos desde Etiopía hasta Alejandría, sobre delimitación de fronteras...


Hay expertos que barajan todavía la posibilidad de que el sur de Sudán, una vez reconocida su independencia, pueda avenirse a evitar la ruptura total aceptando formar una confederación con el Norte. Quién sabe, todavía hay un largo trecho y la paz es muy vulnerable. Pero lo que ocurra en Sudán podría marcar la pauta para otros países donde aletea el secesionismo como, por ejemplo, la atribulada Costa de Marfil. Hay quien dice que, hasta podría servir de ensayo para la solución del Sáhara Occidental. Nada tiene que ver el caso de los sudaneses del sur (un ejemplo de secesión) con el de los saharauis que nunca fueron marroquíes. Pero, si Obama, Francia y China, entre otros, consienten la independencia del sur de Sudán, que no tenía reconocido el derecho a la autodeterminación como sí lo tienen los saharauis, a ver adónde queda esa tesis con la que Mohamed VI y la propia Francia defienden que el Sáhara debe ser marroquí porque lo que ahora se lleva en geopolítica son las grandes unidades…

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