Una mirada a África como tablero de la geopolítica internacional

domingo, 15 de abril de 2012

CIBERGUERRA MARROQUÍ CONTRA ESPAÑA


La web de la página de Sáhara Libre (muy popular en el entorno de la causa saharaui) tal como quedó tras el asalto de los piratas informáticos marroquíes.



Marruecos ha recrudecido su ofensiva contra el ciberespacio prosaharaui. Sus piratas informáticos ya no se contentan con atacar sitios controlados por organizaciones saharauis sino que han pasado al ataque contra webs, blogs y páginas de Facebook de ciudadanos y organizaciones españolas. Los ataques son reivindicados por una organización de piratas informáticos que se autodenomina Los Monárquicos y que cuenta con una página de Facebook donde sus miembros anuncian cada uno de sus asaltos como un éxito patriótico, mostrando las transformaciones que han ocasionado a los sitios de sus víctimas.


Los ataques reivindican la marroquinidad del Sáhara Occidental obviando que el territorio no autónomo sigue pendiente, según la ONU, de decidir su futuro con un referéndum de autodeterminación. En la mayoría de sus objetivos, (en esta página superviviente también se pueden algunos ejemplos de sus fechorías), en lugar de las fotografías de saharauis torturados o apaleados por la policía que divulgan los sitios originales, aparecen manifestaciones de supuestos saharauis favorables a la anexión de la colonia española al reino de Marruecos. Los mapas del Sáhara Occidental, por supuesto, son sustituidos por otros en los que la antigua provincia española forma parte de Marruecos, como si ya se hubiese celebrado el referéndum de autodeterminación de la ONU y la anexión hubiese triunfado legalmente.


En las páginas atacadas, los ciberactivistas suelen colocar el siguiente encabezamiento sobre fondo rojo: “Un mensaje a todos los españoles, debeis saber que no aceptamos que tocais a nuestra patria. Estamos aquí para defender a nuestras tierras, el Sahara es marroquí y lo quedará para siempre. Quedaremos fuertes y unidos contra todas las personas que quieren el mal a nuestro país. La libertad de Ceuta, Melilla y Canarias”. A continuación sustituyen las entradas originales por otras en las que acusan a las asociaciones de amistad del pueblo saharaui de connivencia con “el Gobierno comunista de Argelia” o atribuyen “la explotación de la cuestión de los saharauis” a una estrategia “para garantizar el mayor número de votos en las elecciones para el Partido Popular, maldita sea”.


Muchos de los sitios afectados han preferido cerrar mientras técnicos voluntarios intentaban resolver el desastre. "Ha sido una semana muy dura en las que los piratas marroquíes (es evidente por sus redacciones que no hablan bien español) han atacado sin distinción webs de organizaciones y páginas Facebook personales. Hasta tres y cuatro cada día", relataba uno de los técnicos especialistas voluntarios que ayer intentaba recomponer Sáhara Libre uno de los objetivos alcanzados por los piratas. Al pinchar en esta web, al igual que en otras similares, se leía el siguiente mensaje: "Volvemos enseguida. No podrán con nosotros".


Es evidente que el objetivo de este ciberterrorismo es la solidaridad de la sociedad civil española con la causa del pueblo saharaui a la que se acusa de ser antimarroquí. En un intento por amedrentar a la opinión pública española, los piratas informáticos recurren a una amenaza habitual en el argumentario anexionista alauita que consiste en asociar la reivindicación del Sáhara Occidental con la de Ceuta, Melilla y las islas Canarias que también se reivindican como marroquíes. Para reforzar esta advertencia, Los Monárquicos han dedicado una virulenta ofensiva contra webs de empresas y entidades de Melilla, incluyendo la del Club Melilla Baloncesto.


Puesto que Los Monárquicos atacan en nombre del rey Mohamed VI y piden públicamente a través de su página Facebook la solidaridad de la opinión pública marroquí, no estaría de más que el Gobierno de Mariano Rajoy hiciese alguna gestión en Rabat para que el régimen alauita, que tanto presume ahora de reformismo, demuestre con hechos su respeto a la libertad de expresión. Un Gobierno que asegura haber operado una reforma democrática no puede tolerar estas acciones delincuentes ni por acción, ni por omisión.


Quizás sería mucho pedir que el presidente Rajoy o el rey Juan Carlos le mandase un mensaje a Mohamed VI recordándole que el movimiento prosaharaui actúa en estricta concordancia con el derecho internacional, las resoluciones de la ONU que reconocen el derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui y la obligación que España tiene de defender los intereses de los saharauis hasta que Naciones Unidas no de por concluido su proceso de descolonización. Pero, lo mínimo, sería darle un toque al nuevo Gobierno de Benkirane para que les explique a Los Monárquicos que la hostilidad y el pisoteo del derecho a la libre expresión de los españoles, ni tiene nada de patriótico, ni favorece la comprensión y diálogo entre los pueblos.

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