Una mirada a África como tablero de la geopolítica internacional

miércoles, 31 de octubre de 2012

Hillary Clinton le da la razón al presidente de Argelia sobre el conflicto de Malí


                                              Hillary Clinton y Abdelaziz Buteflika.
                                                                  Foto: Embajada de EEUU en Argel.



Hillary Clinton estuvo el lunes en Argel donde se entrevistó (por segunda vez desde que es ministra) con el presidente Abdelaziz Buteflika. Según la agencia France Presse (AFP), y la prensa española y marroquí que reprodujeron esta versión,  la visita de la secretaria de Estado norteamericana tuvo como objetivo presionar al Gobierno argelino para que dé su apoyo a la intervención internacional en Malí. ¿Hubo realmente presión de los EEUU en Argel como ha aireado la agencia pública de noticias francesa? 

En realidad, decir que se insta a Argelia a que apoye la intervención da por implícito que este país se sigue oponiendo a la intervención, lo cual no es cierto. El Gobierno argelino ha acatado en sus recientes declaraciones la resolución 2071 aprobada por el Consejo de Seguridad de la ONU el pasado día 12 que toma en consideración la propuesta francesa para que se intervenga en el país vecino con el que Argelia comparte una frontera de unos 1.400 kilómetros. Otra cosa, es que en Argel sigan mostrándose escépticos sobre una intervención militar que, dicen allí, podría empeorar la situación, en lugar de mejorarla, si antes no se resuelve el problema que dio origen al conflicto: el de las reclamaciones de la comunidad tuareg que declaró la independencia del Azawad.

En cualquier caso, un repaso a los comunicados del departamento de Estado no refleja que haya graves discrepancias entre Washington y Argel en relación a la cuestión de Malí, ni que Clinton fuese en son de bronca a su encuentro con Buteflika, como da a entender la AFP, para dar un enérgico respaldo a la posición de Francia, potencia instigadora de la intervención africana.

En la nota que el departamento de Estado publicó sobre este encuentro, se subraya que tanto el presidente argelino como la secretaria de Estado estuvieron de acuerdo en que es necesario trabajar en el marco de la cooperación que EEUU y Argelia vienen desarrollando en la lucha contra el terrorismo para ayudar al Gobierno de Malí a hacer frente, con la ayuda de la ONU y la Unión Africana y la Cedeao,  a los peligros contra la seguridad, es decir los grupos terroristas que han proliferado a raíz de la la secesión tuareg del norte de Malí.

Lo más interesante, sin embargo, es que el departamento de Estado también ha subrayado que ambos estuvieron de acuerdo sobre “la necesidad de asegurar que el proceso político dentro de Malí resuelva la legítimas demandas de las fracciones más moderadas de los tuaregs con el fin de que puedan ver su futuro dentro de un estado democrático y unitario de Malí y se reduzca el espacio de acción de los extremistas”. Es decir, Clinton ha dado un buen espaldarazo a las tesis de Argelia frente a la tajante negativa de Francia que no distingue entre los grupos tuaregs que declararon la independencia del Azawad y que rechazan el yihadismo, de las bandas adheridas a Al Qaeda.

El encuentro entre Clinton y Buteflika abría ayer la web del Departamento de Estado como evento destacado con un epígrafe en el que la propia secretaria de Estado, subraya su agradecimiento a la oportunidad que el presidente argelino le dio de conversar “a fondo” sobre la cuestión maliense y alaba sus análisis al respecto “basados sobre su larga experiencia y los muchos y complicados factores que hay que tener en cuenta para hacer frente a la inseguridad interna y la amenaza terrorista en Malí”.

Si nos atenemos a los comunicados oficiales, no sólo  no hay rastro de la versión de France Presse sino que, por el contrario, parece que haya sido Buteflika el que ha convencido a Clinton, y no lo contrario. Tanto, que hoy en la prensa argelina celebraban con optimismo que quizás los franceses no vean cumplidos sus previsiones de que “habrá intervención en Malí en unas semanas”.


P.D. Un apunte sobre el Sahara. Otro dato a tener en cuenta sobre el juego de EEUU en el norte de África: a diferencia de la anterior visita de Clinton a Argel, esta vez, la secretaria de Estado no ha hecho escala en Rabat, ni siquiera de forma simbólica. Mientras en Argel Buteflika recibía el reconocimiento de Washington a su sabiduría y cooperación en la lucha contra el terrorismo, en Rabat el lunes tenían que tragar el sapo del comienzo de la visita del embajador norteamericano, Christopher Ross, el enviado especial del secretario general de la ONU para el Sáhara Occidental con el que intentaron, sin lograrlo, la misma jugada que hicieron con su antecesor estadounidense en el mismo cargo (el exsecretario de Estado James Baker), al que obligaron a dimitir. Tras haber sido cuestionado por Rabat, Ross ha salido tan airoso que hoy iniciaba una visita en el Sáhara ocupado. Los saharauis tienen  planeado darle un gran recibimiento  en El Aaiún, especialmente en el emblemático (para la lucha por la independencia) barrio de Maatala, desafiando el miedo a las posibles represalias de las fuerzas de ocupación marroquíes.

sábado, 13 de octubre de 2012

Hollande se da un festín de Francofonía tras lograr el apoyo de la ONU a una intervención en Malí



Niñas de Malí en los campamentos de refugiados de su paús en el vecino Níger.

UNHCR/ H. Caus

El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó ayer por unanimidad una resolución promovida por Francia y Marruecos en apoyo de la intervención de una fuerza militar africana en Malí cuyo objetivo es ayudar al Gobierno de Bamako a “reconquistar” el norte del país. Se trata de un importante avance para la diplomacia francesa que, desde la declaración de independencia de los tuareg del Azawad, el pasado abril, está volcada en una intensa actividad para contrarrestar la partición de su ex colonia. No es, sin embargo, una victoria redonda ya que no da luz verde definitiva a una acción  armada que requerirá el cumplimiento previo de una serie de condiciones de laboriosa ejecución.

“Esta es una primera resolución que será seguida por un plan más detallado en las próximas semanas”, dijo el presidente de turno del Consejo de Seguridad, el embajador de Guatemala, Gert Rosenthal, al explicar la iniciativa. Según dijo, el texto solicita al secretario general de la ONU Ban Ki-moon que provea de inmediato de planificadores militares y de seguridad para que contribuyan al trazado de una hoja de ruta que responda a la solicitud de apoyo que el Gobierno de transición de Malí hizo a la ONU el pasado septiembre. Estos expertos deberán trabajar conjuntamente con las autoridades malienses y los responsables de la Cedeao, (la organización Económica de los Estados de África Occidental) y la Unión Africana, que están dispuestos a suministrar una fuerza de 2.000 hombres.  

“Se le pidió al secretario general que presente una propuesta concreta en un plazo de 45 días”, dijo Rosenthal. Habrá que ver ahora, qué dicen ahora los gobiernos de Argelia, Mauritania y Chad, los países que no forman parte de la Cedeao pero que tanto en la ONU como en la Unión Africana quieren que se involucren en la operación.

Aunque la resolución de ayer, al menos en teoría, no deja todavía manos libres al despliegue militar tan deseado en París, el presidente François Hollande ha podido marchar a la cumbre de la Francofonía que ayer se inauguró en Kinshasa, la capital de la República Democrática de Congo (RDC), con una baza que da testimonio ante sus antiguas colonias de su todavía considerable capacidad de maniobra en la escena internacional.

Hollande hará todo lo posible para que esta gira africana, la primera desde que fue elegido hace cinco meses, inyecte confianza en sus conciudadanos, muy necesitados de grandeur en estos tiempos de crisis, y también, para hacer una exhibición de poderío que sirva de aviso a las Merkel y Obamas sobre la firme voluntad francesa de no recular de su posición de superpotencia.

En Dakar, donde hizo una primera escala, pudo darse un satisfactorio baño de multitudes que dijo, le hicieron sentir que “era toda Francia la que era festejada” con tan caluroso recibimiento. Todo indicaba que en Kinshasa lo iba a tener algo más difícil, ya que la organización de la cumbre ha estado presidida por la polémica.  

Hollande ya perdió un pulso frente al senegalés Abdu Diuf, presidente de la OIF, que no quiso atender sus peticiones para que se cambiase la sede de la reunión por considerar que la RDC es un estado policial que no respeta los derechos humanos y con una situación política "inaceptable".  Su propósito de recordar al presidente congoleño Kabila que el compromiso con la francofonía es algo más que compartir un idioma, podría tensar la cuerda de las ya difíciles relaciones con el país que, con 69 millones de habitantes, es el más poblado del mundo leal al francés como primera lengua.

miércoles, 10 de octubre de 2012

Malestar en Argel por el giro de Estados Unidos a favor de la intervención de Francia en Malí




El representante francés ante la ONU, Gérard Araud, interviene ante la prensa tras la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Malí, el pasado día 4. / UN Photo/J Carrier




Francia, como era de esperar, volvió a la carga con su plan de intervención en Malí y, esta vez, parece que ha logrado un importante avance al lograr el apoyo de Estados Unidos que, hasta ahora, se había mostrado reticente a una acción armada para acabar con la secesión tuareg del norte de Malí. La diplomacia francesa sigue, sin embargo, enfrentándose a un duro escollo, el de la oposición a sus planes de Argelia y Mauritania que han contestado a este giro americano, reafirmando su coincidente rechazo a la intervención internacional en sus fronteras.

Esta nueva ofensiva francesa se desencadenó el pasado día 2, cuando el representante francés ante la ONU, Gérard Araud, anunció en Nueva York que estaba elaborando un proyecto de resolución en la ONU a favor de su plan de intervención en Malí. Hubo una reunión a puerta cerrada en el Consejo de Seguridad de la ONU el día 4, tras la cual se filtró que en el departamento de Estado en Washington han decidido dar un giro y contentar a los franceses dando luz verde a su proyecto.

Oficialmente, sin embargo, los portavoces de Hillary Clinton siguen sin pronunciarse con claridad sobre la cuestión. No van más allá de confirmar que mantienen “consultas muy intensas” sobre esta cuestión con el Gobierno de Malí, los colegas franceses y los países que integran la Cedeao (Ecowas en inglés) la organización a la que París ha recurrido para orquestar una intervención que cumpla con el requisito de no ser nominalmente francesa y colonialista.

De hecho, un ejemplo de ello, ha sido la visita que el secretario de Estado Adjunto para Asuntos Europeos y Euroasiáticos del Departamento de Estado de EE UU, Philip H. Gordon, realizó el pasado fin de semana a París para hablar con el Gobierno de Hollande principalmente de la situación en Malí y, algo menos, de Afganistán donde los americanos quieren que Francia mantenga su presencia militar. Allí  Gordon aseguró al diario Le Monde: “apoyamos a Francia y si decide que es necesario intervenir militarmente, puede contar con el apoyo de Estados Unidos”.

Pese a esta declaración, en Washington han seguido eludiendo en días posteriores contestar a la pregunta clave (¿apoyan o no una intervención militar promovida por Francia?). El martes, un portavoz del departamento de Estado se limitó a decir al respecto, que lo que en Washington van a apoyar es una solución de la Ecowas “bien desarrollada” , “bien pensada” y que los franceses están trabajando con esta organización para que el posible plan cumpla con estas condiciones.

Esta indefinición no ha gustado en Argel que sigue oponiendo un férreo rechazo a la intervención militar en el país vecino.  Su respuesta al giro norteamericano ha sido la de volver a reafirmar que lo que necesita Malí son soluciones políticas, a través del diálogo, y no militares. El Gobierno mauritano también ha confirmado seguir en esta misma línea en una entente con Argel que el Gobierno de Hollande, hasta ahora, no consigue romper. El rechazo de Argelia y Mauritania incomoda a la Ecowas que quiere contar con estos dos países que no forman parte de la organización pero cuya colaboración es esencial para el éxito de una operación militar.

P.D Queridos y sufridos lectores, ya sé que ha sido una larga ausencia pero se me ocurrió volver a las aulas universitarias y los exámenes se juntaron con el Ere de El País. Para los curiosos sobre este asunto (lo de las notas es secreto) podéis consultar mi página de diario corto a la que todo el mundo tiene acceso aunque no sea de facebook:
 http://www.facebook.com/enarenasmovedizas?fref=ts
Saludos, Ana

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