Una mirada a África como tablero de la geopolítica internacional

martes, 25 de diciembre de 2012

El Sáhara Occidental y sus vasos comunicantes con la secesión de Malí



El fin de año son días propicios para hacer balance. Considerando la situación del Sáhara Occidental, de  2012 yo reseñaría las declaraciones del enviado especial del secretario general de la ONU, Christopher Ross en la escala que hizo en Madrid dentro de su histórica visita a la zona, incluyendo los territorios ocupados por Marruecos y los liberados bajo control del Polisario. Fue en la capital española sin embargo, donde Ross subrayó que este conflicto se ha prolongado “demasiado tiempo”. 

Sus declaraciones son una advertencia para quienes suelen enarbolar argumentos de supuesta política realista para no obligar a Marruecos a cumplir el derecho internacional y poner fin a una anexión que la comunidad internacional nunca declaró legal: “Aunque para algunos pueda parecer tentador creer que es arriesgado buscar opciones para lograr la paz y que el statu quo al menos es estable, estoy convencido de que eso sería un error de cálculo,  especialmente cuando el statu quo está ahora amenazado por el auge de elementos criminales, terroristas y extremistas de la región del Sahel", dijo refiriéndose a las bandas islamistas que han aprovechado el vacío de poder creado por la rebelión Malí para tomar posiciones en el Azawad.” 

Estos dos últimos mes han sido densos de noticias para el resto del Sahel, donde el conflicto en el vecino Malí ha establecido vasos comunicantes con el del Sáhara Occidental convirtiendo toda la zona en un gran dominó. Por ejemplo, tenemos reciente la visita del primer ministro Hollande a Argelia, haciendo por fin lo que Francia debería haber hecho hace tiempo pero, a pesar de la "liberté, egalité y fraternité" la ha costado 50 años: reconocer que su guerra en Argelia para impedir la independencia de los argelinos fue una salvajada. Pero, ¿habría sido posible este giro sin la preocupación que le ha provocado a los franceses la alianza argelino-estadounidense para oponerse a sus planes de intervención en Malí?

La semana pasada el Consejo de Seguridad de la ONU, bajo la presidencia de Marruecos, aprobó una nueva resolución que, por fin, accede en parte a ese deseo francés de volver a poner orden en el norte de Malí al dar luz verde al envío de una fuerza internacional. Pero sólo es en parte, puesto que la resolución todavía no permite que esa fuerza marche hacia el Azawad a acabar con la secesión de los tuaregs ni la insurgencia de bandas islamistas, franquicia de Al Qaeda. Y, por otra parte, Hollande dijo cosas en Argel muy llamativas como, por ejemplo, que su postura sobre el conflicto maliense está ahora en la misma onda que la de los argelinos, es decir, la que considera algo irrealista que se pueda resolver el desorden con una intervención armada. También dijo algo llamativo en relación al conflicto del Sáhara Occidental: que Francia está por una solución basada en las resoluciones de la ONU. ¿Qué habrá querido decir? En Argelia es la pregunta de moda.

P. D. Que tengáis todos una feliz Navidad, felices fiestas y entrada de Año Nuevo. Mi belén como véis, está optimista en cuanto al Sáhara Occidental. Por cierto, haciendo guardia al arcángel juro que hay un tuareg con el arco y la flecha en ristre por si algún enemigo intenta desviar a los Reyes Magos de su camino....

2 comentarios:

Miguel Ángel San josé dijo...

Muy acertado el título de la entrada.
El "salvaje" Sahel controlado por yihadistas y grupos de delicuencia organizada pueden haber precipitado la modificación del "statu quo" de la región, forzando a Francia y EEUU a rediseñar, o a hacer deteminados ajustes, en sus estrategias y planes.
En ese rediseño el papel de Argelia parece que se revalorizará, pudiendo llegar, con el tiempo, a equipararse al de Marruecos. Pero esto no conlleva necesariamente que el Polisario pueda beneficiarse de ello. Incluso pudiera ser todo lo contrario.
No es facil para un "Estado" subsidiado lograr una acción diplomática eficaz, lo cual no éxime de desplegar, en estos trascendentales momentos, los mejores recursos en el diseño de una política exterior que oferte algo mas que la exigencia del cumplimiento de las resoluciones de la ONU y que trate de incidir en las decisiones que los gobiernos de los paises con intereses y ambiciones en la región van a tomar, abandonando toda tentación de una cómoda sintonía con lideres populistas o movimientos nacionalistas filorevolucionarios y de "publireportajes" de visitas o encuentros en paises o instituciones irrelevantes.
"Mucho arroz para tan poco pollo"

Ana Camacho dijo...

Estoy de acuerdo Miguel Ángel en que la partida que se está jugando en el Sahel no tiene forzosamente que favorecer al Polisario. Todavía hay que andar camino y los saharauis no pueden confiar en que por llevar la razón esta caiga en su plato como fruta madura. Más aún en una situación como la que fluye desde el Azawad, un escenario misterioso y fuera del alcance. ¿Alguien que no sea France Presse ha estado en Malí, del lado de los tuareg rebeldes y nos puede contar? Feliz año.

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