Una mirada a África como tablero de la geopolítica internacional

miércoles, 17 de septiembre de 2014

Hollande quiere estrenar en Libia el nuevo despliegue militar francés en África. Pero antes tiene que convencer a Argelia

Hollande con Buteflika durante la visita del presidente francés a Argel. /foto: www.elysee.fr
 
Mientras todo el mundo tiene el ojo puesto en la nueva intervención de EEUU en Irak contra el Estado Islámico, ha pasado desapercibida la gran intervención que Francia ha puesto en marcha en el Sahel africano. Se trata de la Operación Berkhane iniciada el pasado 1 de agosto a partir de la operación Serval con la que intervinieron el año pasado en Malí para acabar supuestamente con la amenaza yihadista que se había extendido por el norte de este país y, sobre todo, frenar la secesión proclamada por los tuareg.

Según ha explicado el Gobierno de Hollande, esta nueva misión no sólo pretende sustituir a la operación Serval en Malí, donde quedará una base fija de unos mil efectivos franceses, sino que amplía su radio de acción para crear un “cinturón” de lucha antiterrorista en cinco países del norte de África, todos ellos antiguas ex colonias africanas francesas: además de Malí, Chad, Burkina Faso, Níger y Mauritania. 
 
La base de este operativo con el que el ministerio de Defensa galo se propone contrarrestar la amenaza yihadista desde el Cuerno de África hasta Guinea Bissau, emplea ya a unos 3.000 efectivos que podrían ampliarse según necesidad y que tendrán su base principal en Yamena, la capital chadiana.

En el marco de este despliegue, Hollande tiene un objetivo que quiere cumplir cuanto antes: intervenir en Libia. Oficialmente, el pretexto es acabar con el caos en que este país africano se hundió desde que lo tocó la revuelta de la llamada primavera árabe que acabó con el régimen de Muammar el Gaddafi. Pero el argumento no le convence al presidente argelino Buteflika que se ha negado en rotundo tanto a las propuestas francesas para que se una al cinturón saheliano para dar cobertura a esta intervención, sino que ha rechazado públicamente de plano toda intervención extranjera en sus fronteras. 

Desde París se insiste machaconamente en que el avispero libio amenaza la seguridad y estabilidad regional, incluyendo la de la vecina Europa. Hollande  pretende así convertir su plan de intervención en una pata de esa respuesta global a la amenaza islamista de Obama que él ha ido a respaldar esta semana a Irak (¡dónde quedaron los tiempos del No a la guerra promovido por Chirac!). 

Los temores argelinos ante los planes franceses para Libia


Desde Argel, se contesta que una intervención armada no es la solución para acabar con el desastre libio y que cabe la posibilidad, incluso, de que empeore las cosas.  Hay voces que con menos diplomacia acusan claramente a Francia de querer llevar adelante una dinámica similar a la que algunos llaman ya la tercer guerra de EEUU en Irak, en la que la materia prima la ponen los occidentales si bien dándole una apariencia de coalición regional gracias a la participación de países que, en la Operación Berkhane, son destacados  y sumisos peones de la Françafrique.

Los hay también en Argelia que, sin pelos en la lengua, han dicho alto y claro que el auténtico objetivo de esa intervención en Libia es debilitar la influencia argelina y su posición de potencia regional haciendo su propio juego, generalmente en discordia con los objetivos franceses, como se ha visto con claridad en la cuestión del Sáhara Occidental. En Argel se dice que ese mismo objetivo fue el que hizo que Francia  (y no EEUU como solemos decir en España) fuese la principal potencia instigadora de la intervención de la Otan en apoyo de los sublevados al coronel libio Muammar el Gaddafi a la que Argelia, por cierto, también se opuso.

 Por la misma razón, tampoco les pareció una casualidad que, seguidamente, fuese Francia el primer Estado en reconocer al supuesto Gobierno de transición de Mustafa Abdel Jalil. Tampoco han olvidado lo que Sarkozy le contestó a la entonces estrella en ascenso hoy olvidada, que pidió la intervención de Francia ante el apoyo que él aseguraba los argelinos estaban dando a las fuerzas de Gaddafi: “Tened paciencia, ya veréis lo que ocurre en Argelia en un año”… “Hoy Libia, Argelia en un año e Irán en tres..."


Hollande en su reciente visita a Irak en apoyo a la lucha contra el Estado Islámico./www.elysee.fr

No se cumplieron las previsiones de Sarkozy sino las del presidente Buteflika que advirtió ya entonces que las soluciones impuestas desde afuera no iban a resolver el problema. Tras la intervención, Libia fue a peor y fue el punto de arranque de esa otra guerra que puso en llamas el norte de Malí. En cuanto a Argelia, la metedura de pata de Sarkozy con lo de “dentro de un año le tocará a Argelia” sumada a la ansiedad desencadenada entre la opinión pública argelina por el desastre libio y maliense amenazando con extenderse a su casa,  aseguraron que Buteflika superase airoso unas nuevas elecciones.

Tres años después de la caída del coronel Gaddafi, sigue en Argel (y pese a los achaques de la edad) la clase política que humilló el colonialismo francés y que en París han visto desde la independencia argelina como el gran obstáculo a sus planes de permanencia neocolonial en la región. Lo cual no impide que en Argel muchos vean en la nueva misión saheliana de Hollande un nuevo intento de repetición de la jugada de Sarkozy a ver si esta vez les sale bien.

Tan fuerte es el sentimiento de esta amenaza que Hollande ha enviado esta semana a Argel el jefe del Estado Mayor francés, el general Pierre de Villiers. Se supone que la misión del general es la de intentar tranquilizar al primer ministro Abdelmalek Sellal. Todavía no hay señales de que el general le haya convencido de que esa tradicional política hostil y revanchista que tanto temen los políticos del FLN forma parte de una era que acabó con la visita del actual presidente Hollande a Argel en diciembre de 2012.

P.D. El viernes hablaremos de este asunto y otros muchos en el programa de radio de El Vórtice Entre Líneas. A las 12 horas en directo y los que no puedan pero quieran se lo descargan de la web o página facebook. 



sábado, 6 de septiembre de 2014

El régimen de Marruecos no quiere que los españoles se enteren que las oleadas de emigrantes africanos las provocan en Rabat


Un equipo de la Cruz Roja asiste en Tarifa a los emigrantes llegados en pater desde Marruecos.



Dicen los colectivos de apoyo a los emigrantes subsaharianos que desde Marruecos intentan llegar por tierra o por mar a España, que las agresiones sufridas en Tánger por la investigadora en movimientos migratorios Helena Maleno, se deben a la labor que están haciendo las organizaciones defensoras de derechos humanos para denunciar la violencia a la que se exponen los inmigrantes que intentan cubrir la última etapa hacia Europa. Sin embargo, el colectivo de derechos humanos con el que esta española colabora en Tánger, Cruzando Fronteras, al igual que otras muchas organizaciones similares, viene realizando su trabajo del lado marroquí desde 2002 sin que nunca se hubiese tenido noticias de que allí hubiesen hostigado sus actividades.

 

El cambio de tercio se produjo cuando Maleno empezó a denunciar que las autoridades marroquíes estaban contribuyendo con alevosía y premeditación a que este verano diese una cifra récord de pateras de sin papeles africanos dispuestos a jugarse la vida en la arriesgada travesía hacia España. Sus informaciones contribuyeron así al importante cambio que se ha producido en el relato periodístico sobre los asaltos a las vallas en Melilla y Ceuta y el flujo de las pateras que, hasta ahora, se solían limitar al dato escueto de que se habían producido avalanchas y oleadas de supuestos invasores y, por lo general, sólo denunciaban las violaciones de los derechos humanos y los malos tratos a los inmigrantes en el lado español de la frontera.

 

 Pocos días antes de ser brutalmente agredida por un grupo de marroquíes, Helena Maleno contó en numerosos medios que las autoridades alauitas no sólo habían dejado de vigilar la frontera sino que habían filtrado a los colectivos de emigrantes subsaharianos en Tánger los días y franja horaria en la que podían echarse a la mar sin peligro a ser detenidos.

 

 Otro dato importante que hizo público Helena Maleno es que en el barrio de Bujalef, donde se concentran los emigrantes que aspiran a dar el salto a la orilla norte del Mediterráneo, supuestos grupos de ciudadanos marroquíes ebrios de racismo estaban atacando a golpe de machete a los subsaharianos para forzarles a subirse a las pateras. Hay analistas que han sugerido que estas agresiones son consecuencia del descontento que le ha creado al propio majzén la política con la que ha consentido la acumulación de sin papeles en la ciudad. Pero la activista española, a través de su twitter, dejó clara la connivencia de la policía marroquí con estas acciones y reprodujo testimonios de las víctimas como éste: “Quieren que nos echemos al agua como locos, eso es lo que quieren, o eso o vivir agredidos constantemente". 

Unl emigrante muerto en las redadas de Tánger en el twitter de Maleno.

   

 

La prensa en España ya venía haciéndose eco desde julio de que el nuevo flujo de pateras contaba con la complicidad de las autoridades marroquíes en un intento por “recordarle” a Mariano Rajoy lo importante que es que en Rabat se tomen en serio la labor de freno a los subsaharianos que le evita al Gobierno la mala imagen que dan los reportajes de los Centros de Internamiento y centros deportivos de Tarifa atestados de nuevos llegados o, peor aún, las fotos retratando a los efectivos de la Guardia Civil y la policía mientras repelen a los emigrantes en Melilla a mamporrazo limpio. Incluso el diario norteamericano New York Times publicó una larga información con un titular más claro que el agua: “España sospecha que Marruecos permitió una breve oleada de emigrantes”


 

 El mismo día en que salía publicada esta información, Helena Maleno fue agredida por un grupo de cincuenta supuestos xenófobos que se habían lanzado a rematar su labor disuasoria con los emigrantes que no habían seguido sus advertencias. Hubo un muerto y, según la propia Maleno, a ella la salvó  el auxilio recibido por los propios emigrantes atacados. En su relato, hay que destacar que los agresores marroquíes fueron a por ella siguiendo las indicaciones de un comisario de policía que se rió a gusto mientras a ella le gritaban lindezas como:  “cristiana de mierda" “Sáhara marroquí” o “puta española, véte a Tinduf" (sur de Argelia, donde se encuentra los campos de refugiados saharauis). Tampoco hizo nada el policía cuando a ella la golpearon, medio desnudaron y vejaron sexualmente. 

 

 Es evidente que a las autoridades marroquíes no les ha gustado nada que Maleno diga cosas como que los inmigrantes no deben ser una “mercancía a sacrificar en medio del juego político de Marruecos y el Estado español”. A las españolas tampoco les ha debido gustar porque la decisión del Gobierno de Rajoy de no pedirle explicaciones a Rabat por lo ocurrido, tiene el aroma de una advertencia del tipo: “no cuentes con nuestra protección si sigues por ese camino”. 


Otro herido en los ataques  xenófobos marroquíes.
Que el aumento de pateras y de las avalanchas contra las vallas no tienen que ver, como ha dicho el delegado del gobierno en Melilla, con una “moda”, era una verdad que hasta ahora sólo manejaban con soltura una muy reducida minoría de españoles: especialistas en el norte de África, diplomáticos y, por supuesto los vigilantes españoles de la frontera en Ceuta y Melilla que siempre han visto como sospechoso que las ONG y periodistas sensibilizados con los sufrimientos de los subsaharianos, dispusiesen oportunamente de la información necesaria para poder hace la foto al pie de la valla, justo en el momento en que los subsaharianos se lanzaban a la carga contra el lado español.

 

Pero la voz de Maleno, reproducida por varios medios, ha hecho que buena parte de la opinión pública española tenga ahora también claro que estos movimientos tienen mucho que ver con las ganas de Mohamed VI por apretarle las tuercas al Gobierno español de turno. Por cierto, fue una gran alegría que TVE le diese cancha a Maleno en sus telediarios. Me ha resultado en cambio sorprendente no haber encontrado ni una noticia en el diario El País que se hiciese eco de la agresión a Maleno a la que desde luego conocen, como se puede comprobar en artículos anteriores al incidente en que reproducían sus declaraciones para apoyar las críticas a la actuación española. Hoy en el twitter @HelenaMaleno leo que la activista tiene bronca con El País al que no le ha querido dar una entrevista a toro pasado con la que el diario hubiese podido disimular la omisión. No me extraña. 

 

 

PD. De este tema de las pateras azuzadas desde Marruecos también hemos hablado en el programa del viernes en la radio de El Vórtice. Aquí van los enlaces para que os animéis a escucharlo,  con dos posibilidades:

1) http://www.elvorticeradio.com/2014/09/06/el-vortice-entre-lineas-5-9-14/
2) http://www.ivoox.com/vortice-entre-lineas-audios-mp3_rf_3469577_1.html

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